miércoles, 14 de diciembre de 2011

A ver cuando te Kansas.

Las casualidades desaparecen.
El no mirarnos a la cara
aturdió nuestro ir y devenir.
Ya no veo tus miradas en mi carrillo marcadas.
Mi camino de baldosas amarillas
era un rastro de zapatillas deportivas.
Corrieron, huyeron, escogieron
hasta tus sucias pisadas.
Parece que por aquí
ya no suspiraras,
la lluvia ácida destiñó los recuerdos.
Ahora apesta a hueso desgastado,
queda un montón de chatarra
y finas briznas de paja.
Mas sólo somos arritmia,
astuta cobardía
y deseo, cerebral.

No vuelvas a salir sin paraguas
mi querido mejor amigo, Oz.

jueves, 1 de diciembre de 2011

No te salves.

No te quedes inmóvil 

al borde del camino 
no congeles el júbilo 
no quieras con desgana 
no te salves ahora 
ni nunca 
no te salves 
no te llenes de calma 
no reserves del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
no dejes caer los párpados 
pesados como juicios 
no te quedes sin labios 
no te duermas sin sueño 
no te pienses sin sangre 
no te juzgues sin tiempo 



pero si 
pese a todo 
no puedes evitarlo 
y congelas el júbilo 
y quieres con desgana 
y te salvas ahora 
y te llenas de calma 
y reservas del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
y dejas caer los párpados 
pesados como juicios 
y te secas sin labios 
y te duermes sin sueño 
y te piensas sin sangre 
y te juzgas sin tiempo 
y te quedas inmóvil 
al borde del camino 
y te salvas 
entonces 
no te quedes conmigo.


Poema de Mario Benedetti, No te salves
(Así que, no.)

martes, 29 de noviembre de 2011

Cuando no escribo.


Poechichi, originalmente cargada por Sisenublaelsol.

He parido un poema para ti.

domingo, 27 de noviembre de 2011

El primer sábado de cada mes
abandona el viejo sofá estampado a flores de su salón.
Se aleja de la rutina, y se dirige al supermercado
con una pensión que no permite más que sobrevivir.
El sobremercado podríamos decir.

Se apresura entre pasillos,
su canoso cabello vuela con quietud entre estanterías.
Vuelca un puñado de latas de conserva,
recolecta sin cuidado unas cuantas hortalizas
y añade una cuña de queso aún por curar
a su carrito del subsistir.
Sus pasos acelerados sorprenden
hasta a los alimentos precocinados,
interrumpe el sosiego de las bebidas libres de gas.

Octavo pasillo, sección C, utensilios.
Sus pies se cierran, sus ojos se desplazan.
Torres, montones de recipientes apilados.
Tappers, tonalidades, transparecias.
Ella conoce su obsesión hacia aquel corredor.
Un sábado al mes calcula el tamaño de sus recuerdos,
planea el color, la forma del recipiente,
y decide si quiere almacenarlos al vacío o facilitar su recordar.

Ningún sábado compra uno.
Todavía está pagando el que no empezó a utilizar:
Su ataúd será de plástico y apto para recalentar.

jueves, 20 de octubre de 2011

Laberintos cíclicos.



Es curioso.
Yo estoy colada,
sin embargo,
eres tú quien se coló
por la arteria aorta.

Son días que oxigenas mis despertares,
que llenas mis pulmones de suspiros globulares.
Recorres el cayado de la aorta sigiloso,
desciendes dejando a un lado el tronco celíaco
y te detienes un segundo ante la arteria iliaca.
Disfrutas de ese calor que ya añorabas.

Mi cuerpo escupe un quejido,
quebranta tu falsa quietud.
Comienzas a sentirte vacío,
cada vez más reducido.
Mantienes la respiración conmigo,
deshaces el camino entredicho.

Vena ácigos, siempre con lo mismo.
Te elevas por la cava superior,
vuelves para bombear dentro del corazón.
Te has vuelto desecho,
imposible de absorber por mi cuerpo.
Me quitas el aire,
abarrotas mi mente:
te has vuelto nutriente.

Siempre en sangre; estéril.

jueves, 6 de octubre de 2011


''En el meridiano del tiempo no hay injusticia: sólo hay la poesía del movimiento que crea la ilusión de la verdad y el drama. Si en cualquier momento y en cualquier parte se encuentra uno cara a cara con lo absoluto, la gran compasión que hace parecer divinos a hombres como Gautama y Jesús se enfría y se desvanece; lo monstruoso no es que los hombres hayan creado rosas a partir de ese estercolero, sino que, por la razón que sea, deseen rosas...
Por una razón u otra, el hombre busca el milagro y para lograrlo es capaz de abrirse paso entre la sangre. Es capaz de corromperse con ideas, reducirse a una sombra, si por un sólo segundo de su vida puede cerrar los ojos ante el horror de la realidad.
Todo se soporta.'





(Texto extraído de 'Trópico de Cáncer' Henry Miller. Fragmentos con verdades escondidas tras los distintos estados de ánimo con los que se leen.)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Querido cuaderno de matemáticas...

Recuerdo mi primera clase de matemáticas.
Por entonces tenía 7 años, menos a mí todos mis asuntos les parecían sencillos a las personas que me rodeaban. La primera clase fue familiar. Recordaba sentir lo mismo cuando contaba con mi madre: los reconocí enseguida, esos eran los números.
Cuando conocí las matemáticas mejor me limité a sonreír. Sonreía a una pizarra, bueno, en concreto le sonreía a él, que obligado por nuestro profesor intentaba sumar dos nombres, para él comunes, para mí propios.

Lucía + Iván =

Aumentó la dificultad de las matemáticas y nuestra estatura. No por esto dejaron éstas de apasionarme, siempre con los deberes en la cabeza y el libro bien abierto, con los márgenes abarrotados de corazones esperanzados.
Debían coincidir los resultados.

Yo era buena en matemáticas, pero aquella tal Nuria era mucho mejor. Sus conclusiones siempre eran acertadas y recuadraba los resultados con bolígrafo fucsia. Él pedía ahora su ayuda cuando no comprendía los ejercicios de geometría, era yo quien no lo entendía.
Ese año empecé a odiar aquellos problemas de enunciados estúpidos sobre compartir los lápices de colores o cambiar cromos a la hora del recreo.
Fue la primera vez que suspendí matemáticas, fue la primera vez que lloré por matemáticas.

Tras las propiedades conmutativas, distributivas, el estudio de los números naturales, reales, la descomposición de números primos, el peso, las longitudes, el tiempo, la geometría, el área y los perímetros, las fracciones y su máxima simplificación, el mínimo común múltiplo, el máximo común divisor, correr la coma...creía sentirme preparada para resolver cualquier problema que rellenase los gruesos años de una vida hecha cuaderno de papel.
Sin embargo me sorprendieron las raíces cuadradas, las ecuaciones, X, XX, XXX, el sexo, las rectas, tus rectas que derivaban de funciones convexas, las curvas, mis curvas, los límites que no pude rozar cuando buscaba tus máximos y mínimos… y aquellos puntos de inflexión: querer odiarte, odiar quererte.

Recuerdo la primera vez que lloré por las matemáticas y comprendo que seguiré haciéndolo, aunque ahora entienda un puñado de términos más.

RECUERDA, para resolver la división debes correr la coma hacia la izquierda tantos espacios como ceros haya. Será todo tu-yo.
Querido cuaderno de matemáticas..., originalmente cargada por Sisenublaelsol.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Microbiología y otros intereses.


Microbiología y Bioquímica se postran frente mí, con mucho moho.


El pan Bimbo 

Entro en

un vagón 
de metro y
 
veo a un
 
hombre comiendo rebanadas de pan Bimbo, a 

secas, comiendo del envase directamente como

si fueran galletas. El metro se pone en marcha 
y yo me acerco y le digo: "¿Está bueno?"
 
De sus
 
ojos y de

sus meji- 
llas resba-

lan algu- 
nas lágri-
 
mas. "Está
 
salado",

me dice.


(Poema de Caferino Galán,
extraído de 'Poesía para Bacterias',
Editorial 'Cuerdos de Atar', 2008)

Es culpa de un melancoholico:

martes, 13 de septiembre de 2011

A veces no puedes ser descriptiva.


Ella esperaba contra aquella farola, disimulando falsa quietud.
Él llegaba tarde.
Ella vestía vaqueros, una camiseta llena de mariposas y zapatillas.
Él llegaba tarde.
Ella miraba al suelo, sabía que si su mirada le encontraba su sonrisa crecería, delantando su entusiasmo. Sabía que si le miraba los nervios se desplazarían desde el estómago hacia las bragas.
Él, miedica de pelo en pecho, torció la esquina, miraba al frente y esperaba que su retraso intencionado no hubiese provocado una chica a la fuga.
Ella taconeaba sin sonido, de impaciencia.
Él caminaba dejando tras de sí el repiqueteo de unos zapatos brillantes contra las aceras. Se sentía orgulloso, mantenía el sentido correcto de esa extraña dirección: ella.
Ella sonrío al ver los brillantes zapatos rozando aquellas sucias zapatillas.
Y ocurrió, los nervios comenzaron a autocomplacerse, uno frente al otro, como una pareja que disfruta tocándose mientras el contrario observa.
Ella, fue ella quien le besó.
Él, fue él quien le pegó.

A veces no puedes ser descriptiva. Yo esta vez sí.
C/Ella- Madrid

martes, 23 de agosto de 2011

Mánchame con Quijotes, Don.

En un lugar de la Mancha, cuando todavía yo llevaba las bragas, tu sonrisa, de cuya curvatura no quiero acordarme, delataba viejas noches cuando el molino era más que nuestro baile.
No ha mucho tiempo que me enamoré de un hidalgo, de los que lanzan esperanzas al aire y encajalas entre las nalgas de un rocín bien flaco. Él era más que un galgo corredor, un sabueso siempre duro.
No tan siempre una olla a rebosar de comida por caducar, salpicón de suspiros las más noches, celos los sábados y lentejas, sin jamón fuera del camastro.
Tantos atardeceres juntos, soledad, deseosos amaneceres para así al sol imitar. Para sí mismo decir lo que importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.


En un lugar de la Mancha, el caballero nunca volvióse loco, sino su montura al desear el peso de un cuerpo que ya no susurraba al cabalgar.

jueves, 28 de julio de 2011

¡Eh, tú! ¡Hazme el arte!

Ella hace arte sólo con escribir "arte" sobre su piel.
Ella hace arte cuando pinta una sonrisa en su cara, cuando torna tu cuerpo a mineral aún por esculpir, cuando tus carcajadas se convierten en melodía y sus ronquidos en nana.
Ella hace arte cuando golpea los baldosines de la cocina con tres espaguetis ya cocinados, como hacía su abuela, y añade salpicaduras de tomate sobre su ropa.
Ella hace arte cuando no queda nada en la nevera y planta un plato sobre la mesa. Sembrando vuestra felicidad.
Ella hace arte cuando recoge su cabello alborotado sin despegar ni un centímetro vuestros cuerpos sudados. Hace arte si te obliga a ser escultura, si te pide que poses junto a ella con la polla en su interior todavía dura. -Estamos pintando nuestros recuerdos, ¿serías capaz de dormir así?- susurra justo después de morir.
Ella hace arte si se empañan los cristales por el frío que hace ahí fuera. Y lo perfecciona si los llena de letras inconexas.
Ella hace arte al canturrear en la ducha. Hace arte cuando danza desnuda por la habitación. Ya sea bailarina de flamenco o danza de tu vientre.
Ella hace arte cuando te dice que esa tripa te hace más atractivo y te ofrece una cerveza que acabará por beberse.
Ella hace arte si al depilarse las piernas olvida barrer el suelo, hace arte cuando argumenta su olvido con hacer arte.
Hace arte, y si no que se lo digan a tu sonrisa. Tonto enamorado del arte, del suyo.

Y así. Él también hace el arte, el arte de lo cotidiano.

martes, 5 de julio de 2011

Echó amarras desatando el cordel que vestía por cinturón, navegamos durante toda la noche hasta que arrojó el ancla por la borda y me desbordó con los gemidos del oleaje.

miércoles, 22 de junio de 2011

Me doy cuenta.
Llega el día 14 de mi ciclo menstrual y un óvulo decide abandonar el vacío que toda mujer tiene dentro. Ese que solo se llena con el amor de un hijo.
Me percato, unas micras me abandonan y se llevan consigo mi paciencia.
Comienzan a molestarme las pisadas de mis vecinos sobre las mías, el techo me susurra a gritos que estas paredes no son más que cuatro caladas al dos papeles que es la vida.
La suciedad me distrae, me provoca mientras me impide acabar con ella.
Mis familiares corretean haciendo vibrar mis paredes, acompañan su marcha enunciando palabras sin demasiado sentido.
¿A qué viene ese malgastar de la lengua? Más de uno, dos, tres quejidos silenciosos de almas que quieren ser escuchadas.
La física empuja la puerta, otro golpe, otro delicado y delirante golpe. El inodoro se atiza a sí mismo por el empuje de unas manos educadas, adicionadas a la gravedad. Y mi respiración se altera con cada sonrisa de venganza de ese óvulo tamaño punto y seguido.
Y le echo de menos, a ese gameto que me abandona un mes más por ser otra mujer insoportable.
Vuelvo a privarle del amor, de que una cabeza traspase los límites de esa membrana hecha piel. Y otro mes más no me acostumbro.
Te echo de menos, pero solo hasta mañana.



Muy semejante a una re-saca.

lunes, 25 de abril de 2011

Quiero.

Quiero arrancar los pelos de tus piernas, uno a uno. Mientras tú esperas, concentrado en no mediar palabra con la esperanza de que me canse de rebuscar tus quejidos.
Otro pelo muerto, privado de acompañar tu caminar. Siento celos hasta de ellos, siempre contigo, en continuo contacto con tu piel.
Quiero

Quiero darle un bocado a todas las magdalenas que haya en casa. Los picos azucarados que tanto me recuerdan a la anatomía de mis pezones. Lo siento, hoy no provarás ese bocado, pero si tienes hambre podré ser bollería. Magdalena, bizcocho o sobao pasiego.
Quiero

Quiero acabar el papel higienico. Abandonar el molesto cartón en tu cuarto de baño. Que tengas que gritar mi nombre en busca de ayuda. Mira, hasta me necesitas.
Quiero

Quiero mojar el pan en tu plato y dejarte sin salsa. Mantener la boca llena mientras sonríes y te preguntas como me quieres tanto.
Quiero

Quiero soplar en tu nariz. Acercarme a ti en busca de un beso y acabar anclando mi boca en tu prominencia.
Quiero

Quiero comer en la cama y que te quejes porque he dejado migas entre las sábanas. -Eres un gruñón- diré, y enfurruñado como un niño buscarás mis quejas en forma de sollozos de cama.
Quiero

Quiero comer algo con cebolla y echarte el aliento.
Quiero

Quiero echarme tu colonia.
Quiero

Quiero, del verbo ser egoista. Lo extraño es que todo esto parece ser un compartiendo.
¿Qué quieres tú?

miércoles, 30 de marzo de 2011

Odio la vela.




- Odio la vela.
- ¿Y ganar? ¿Qué te parece?
- En eso no tengo experiencia.
- ¿Sabes cómo se gana una regata?

Él se acerca, coge suavemente el dorso de su mano y escenifica el mar y su sentir.
Dulces movimientos y ligeros soplidos contra su palma.

- Imagina que tu mano es un precioso velero y que navegas al empuje del viento.
De repente se acerca otro velero, te deja sin viento y te detiene. Te roba la energía.
Tú cambias el rumbo para alejarte de ese barco, sin embargo, éste te sigue, vuelve a taparte cortándote viento y dejándote sin energía.
¿Comprendes? Lo que cuenta es encontrar tu propio viento.
Navegar con toda la potencia que puedas, alejándote de la sombra del otro barco.


De la película Wind 1992 y por su culpa. J

sábado, 12 de marzo de 2011


Si hubiera nacido mujer seguro que hubiera sido prostituta. Como había nacido hombre, anhelaba constantemente mujeres, cuanto más guarras mejor. Y sin embargo las mujeres, las buenas mujeres, me daban miedo porque a veces querían tu alma, y lo poco que quedaba de la mía, quería conservarlo para mí. Básicamente deseaba prostitutas porque eran duras, sin esperanzas, y no pedían nada personal. Nada se perdía cuando ellas se iban. Pero al mismo tiempo soñaba con una mujer buena y cariñosa, a pesar de lo que me pudiera costar. De cualquier manera estaba perdido. Un hombre fuerte pasaría de ambos tipos. Yo no era un hombre fuerte.

Charles Bukowski se parece a él, ambos disfrutan con el perderse en su propio saber.
No me engaña.

jueves, 3 de febrero de 2011

Hoy he chupado(,) barro.


Hoy he chupado(,) barro., originalmente cargada por Sisenublaelsol.
Rodillas sucias,
pero firmes.
Caídas intencionadas
por el rasero de tus piernas.
Deletrearé tus pies,
dedo a dedo.
Negras rodillas
y blanca franela.
93% algodón,
7% elastano.
Debo lavarte a mano,
atribuye la etiqueta.

viernes, 28 de enero de 2011

Es culpa de...


Mi pene es de colores - vaciló - con él podrás ver toda la gama cromática de mis cromosomas. Por un XY.less than a minute ago via web

lunes, 24 de enero de 2011

Mierda de poeta


Mierda de poeta, originalmente cargada por Sisenublaelsol.
"No persigo la perfección, es una rubia natural y sosa y a estas alturas ya sé que las rubias de verdad, las peligrosas, las buenas, son las rubias de bote" Carlos Salem

Leer, leer a los demás, aprender y querer.
Cuestionarse los cambios, tus matices. Yo tengo respuestas, recuerdo quien es el culpable. Él que me grito el imperativo: -Balancéese entre poesía y otras letras, aunque no se sienta segura, aunque parezca que es su propio papel el que sostiene la esperanza.

La pregunta sigue siendo, ¿esperanza en qué?

jueves, 20 de enero de 2011

Demanda de él.

Primera convocatoria pública para la búsqueda de un ser que deje la tapa del inodoro levantada. 
Es sencillo. Instrucciones: Tan solo debes rellenar las casillas. 


.Él.

  • Que me enseñe, de todo y en todo. Que me lleve la contraria aunque solo sea para reírse de mi enfado. 
  • Que crea quererme. Una reacción causada por el exceso de relaciones sexuales. Así que, será suficiente querer quererme dentro o fuera de la cama. 
  • No quiero que me compre rosas, ni bombones, ni estúpidos regalos de enamorados. Cuando alguien me regala me siento en desventaja, se reduce mi guardia. Quiero que me regale cosas que no pueda tirarle a la cara si le encuentro besando a mi compañera de piso. *Así que solo puede regalarme, si es para luego llevarme a la cama. 
  • Que viva cerca de mí, que sienta mis necesidades, que desee mi felicidad pero que no me deje verlo. Que no reconozca que me echó de menos, a no ser que en sus palabras sea la horizontalidad quien hable. 
  • Que no quiera conocer a mis padres, aunque le chantajee con todo tipo de tretas y tetas. 
  • Que me folle en casa, en la mía. Y si alguien aparece, duerma sin ropas bajo mi colchón. 
  • Que me mire sin discreción e intente pellizcarme las nalgas, cuando me levanto desnuda camino a la ducha . 
  • Que me despierte con la polla dura, presionando la abertura con la que termina mi espalda y susurre a mi oído: - "Buenos días princesa" 
  • Que me diga que no quiere conocer a mis amigas, que conmigo tiene suficiente. Pero que piense todo lo contrario. 
  • Que solo diga te quiero cuando le arranco un orgasmo, y con miradas me regale el resto.  
  • Que me diga que estaremos juntos para siempre, y que ninguno de los dos lo pensemos
  • Que nunca rellenaría algo así, con la única excepción de ver las vergüenzas a la escritora.

No, no quiero un novio. Le quiero a él.

miércoles, 19 de enero de 2011

Déjalo crecer.

Un día me dices que no, al otro me dices tal vez. Y al otro déjalo crecer. Déjalo crecer.


Te huelo las intenciones, me rozan tus pensamientos, me acalora la amistad, me sonroja las palabras consiguiendo que sea aún más sucia, para que digas que lo podemos intentar y salir disparados por mi coño mil y una noches de estrellas fugaces. 
Te saboreo el encanto, los te sigo a lo lejos, lo reconozco pero no a tus ojos, y no entender ni una sola palabra de lo que digo para así poder excederme en comas y en puntos sobre la espalda, esos lunares que dejan un haz al ser salpicados por tus polvos. Como las estrellas al pasar por el cielo, blanco haz y dispersas sonrisas por verlo o por perdérselo.

Ya puedes coger aire.




Para los adolescentes, pero sobre todo, para los que ya no lo son.
COL(a) como aparato reproductor. <- Demasiado adolescente.

martes, 11 de enero de 2011


Brunette


lunes, 10 de enero de 2011

Hasta romántico.


Ya en 1920, las mujeres y los hombres probaban de su mismo sexo.

La guerra que vendrá,

La guerra que vendrá,

no es la primera. Hubo
otras guerras.
Al final de la última
hubo vencedores y vencidos.
Entre los vencidos, el pueblo llano
pasaba hambre. Entre los vencedores
el pueblo llano la pasaba también.
de Bertolt Brecht (1898-1956) en Catón de Guerra Alemán

Del primer copia/pega, lecturas masoquistas e irreversibles. 

jueves, 6 de enero de 2011

El tiempo (masculino) es un puto egoísta.




Yo. Que tiro el tiempo con tantas vividas, vividas bebidas a boca abierta y lengua extraída. Con la imagen de lo gozoso del hombre al reflejar en sus pupilas unos mujeriegos molares, inundados en semen.
Yo, que malgasto el tiempo como la saliva, cuando intentas cambiar a una sociedad amurallada en sus mentes ya corrompidas.
Yo, que tiro por la ventana horas, minutos y segundos a las rodillas de mis padres. Siendo ellos merecedores de permanentes marcas de carmín en las mejillas.
Yo. Te dejo morir tantas y tantas veces Tiempo, que enseñaría las tetas en cualquier balcón mientras me devolvieran, sin cobro revertido, toda esa esencia tuya que no enseño nada. Ni siquiera unas sucias bragas.


De lo ingenuo de mi persona por pensar en la personificación egoísta del tiempo.

martes, 4 de enero de 2011

Posiblemente un error.

Lo primero que debo decir, es que no esperes nada. No es un consejo, es un imperativo.
Antiguas y presentes experiencias me han hecho comprobar que soy egoísta, al menos cuando son letras las que me susurran que lo sea. Escribiré cuando mis bragas no estén lo suficientemente mojadas y quiera empaparlas. Escribiré si la falta de tu peso, sobre mi cuerpo, es tan incomoda como un domingo sin resaca.
Sí debo gritarte lo haré, sin preocuparme por los restos de mi saborear contra tu cara.
Negaré la censura, no seré correcta y sentiré una horrible vergüenza cuando alguien nombre mi insípido aroma.  Pero, todavía tendré tiempo para levantarme la falda buscando un par de sonrisas y dos rotos calzoncillos gastados.
Si todo esto no se cumple habrá sido, posiblemente, un error.

¿Todavía no te has dado cuenta de qué hablo conmigo misma?

Del onanismo o un intento de quererme.