jueves, 28 de julio de 2011

¡Eh, tú! ¡Hazme el arte!

Ella hace arte sólo con escribir "arte" sobre su piel.
Ella hace arte cuando pinta una sonrisa en su cara, cuando torna tu cuerpo a mineral aún por esculpir, cuando tus carcajadas se convierten en melodía y sus ronquidos en nana.
Ella hace arte cuando golpea los baldosines de la cocina con tres espaguetis ya cocinados, como hacía su abuela, y añade salpicaduras de tomate sobre su ropa.
Ella hace arte cuando no queda nada en la nevera y planta un plato sobre la mesa. Sembrando vuestra felicidad.
Ella hace arte cuando recoge su cabello alborotado sin despegar ni un centímetro vuestros cuerpos sudados. Hace arte si te obliga a ser escultura, si te pide que poses junto a ella con la polla en su interior todavía dura. -Estamos pintando nuestros recuerdos, ¿serías capaz de dormir así?- susurra justo después de morir.
Ella hace arte si se empañan los cristales por el frío que hace ahí fuera. Y lo perfecciona si los llena de letras inconexas.
Ella hace arte al canturrear en la ducha. Hace arte cuando danza desnuda por la habitación. Ya sea bailarina de flamenco o danza de tu vientre.
Ella hace arte cuando te dice que esa tripa te hace más atractivo y te ofrece una cerveza que acabará por beberse.
Ella hace arte si al depilarse las piernas olvida barrer el suelo, hace arte cuando argumenta su olvido con hacer arte.
Hace arte, y si no que se lo digan a tu sonrisa. Tonto enamorado del arte, del suyo.

Y así. Él también hace el arte, el arte de lo cotidiano.

martes, 5 de julio de 2011

Echó amarras desatando el cordel que vestía por cinturón, navegamos durante toda la noche hasta que arrojó el ancla por la borda y me desbordó con los gemidos del oleaje.