lunes, 7 de octubre de 2013



ADÁN

se pone las costillas de sonrisa hambrienta,
traga los nervios buscando desnudar el estómago que tiene por nudo.
La garganta resulta el mejor colador cuando tragar te llena
y te desarma si bien no esperas que se atresie tu corazón
cuando el tiroides toma más decisiones que tu cerebro.
El timo llega al acosarte con delirante barro
mientras piensas en
EVA

A veces soy tan hermafrodita que no me sale mirarme el ombligo.
Eso y que estudiar la anatomía e histología del tiroides no me ayuda una mierda,
el sistema endocrino me sigue pareciendo un -timo.