lunes, 31 de julio de 2017

Coeficiente intelectual: Emocionalmente dependiente

A veces, cuando la capacidad cognitiva es nula, deseo saber sentir correctamente.
Pierdes el habla, la escritura y lectura, la coherencia, pero no la sed ni la necesidad de salir vivo del amor.

A veces, la discapacidad congnitiva profunda elimina el olfato, la piel y el resto de sentidos, para despertar el sexto de ellos: el miedo.

Cuando te situas por debajo de la media no permites al otro tu postura de falsa inteligencia.
¿Acaso necesito yo un análisis para besar tu cabeza?

Pero sólo a veces,
hasta que el retraso desaparece:
el agua llega a la fuente y no al río, los autobuses llegan a terminales y los orgasmos a término.
Entonces, y hasta la próxima parálisis fronto-lateral, podremos aceptar que el amor es pender del sistema simpático del otro.

En fin, que el amor es bien listo y nos vuelve a todos retromonguers.
Coeficiente intelectual: Emocionalmente dependiente

Imagen de Laura Callagham http://www.lauracallaghanillustration.com/