Pues bien, estaba yo desafiando a mi areola izquierda en un duelo de miradas cuando, de golpe y pestañeo, me he visto atacada por un acto reflejo. Levantose parte del vello de mi cuerpo y ha sido entonces, no antes, cuando he reparado en ellos: cuatro pelos imitando a las pestañas en mi pezón izquierdo. Y no sé si será capricho o simple aprendizaje pero en ese momento se me ha antojado aunar el pelo y la valentía.
Así que no sé hasta que punto cuatro pelos en mi pezón izquierdo me vuelven más valiente pero ha ocurrido, así que más vale tener mucho tacto conmigo. Pronto.
Mujeres de pelo en pecho.
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