sábado, 8 de marzo de 2014

Lo acabado en -otro día.


Es el mismo motivo, el que no te permite a ti pasar las noches sola. el que no me permite a mí permanecer contigo la mañana siguiente.
Es el mismo motivo, el abrazo arrastre, aquel que te acurruca bajo mis uñas.

Es el miedo, ¿es el miedo motivo de sobra? Claro que el miedo es motivo de sobra, porque la diferencia entre sobrevivir y no hacerlo cuando te tiras de la azotea es el miedo. El miedo sobra.

Todos somos muy liberales hasta que tenemos que aceptarnos. Hasta que tenemos que tragar nuestros propios huevos. Y yo te dejé desayunar sola los tuyos.
Ojalá, 'me alegre de hacer las cosas bien cuando todo está en mi contra.' Que por cierto, Stockholm me jodió el domingo pasado.

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