Otro alentador motivo para el éxodo rural: Corto desde minuto 6:30 tras inútiles intentos de código HTML.
lunes, 23 de diciembre de 2013
miércoles, 18 de diciembre de 2013
NO ROMPER EN CASO DE INCENDIO
Nos encierran en una habitación, provocamos el incendio, nos intoxica el humo, gateamos aplastando oxígeno, la puerta late, los corazones chirrían, las paredes ennegrecen, y al final, a pesar de las lágrimas salta la alarma de incendios y nos extinguimos como el fuego y los dinosaurios. Como el recuerdo que tendremos en cuenta cuando seamos cenizas del próximo sofoco. La puerta se abre, y una flecha nos alerta : 'Cuidado con el escalón de la ventana.'
Hay qué joderse, todos los clichés que tragué para que la maldita llave se mantuviese en mi estómago.
(Hoy se me acabó un bolígrafo sin estar escribiendo con él, un lapicero estropeó la cuchilla de un sacapuntas y otra etapa se esfumó. Total, que si necesitáis algún lapicero están en el cajón de los cuchillos jamoneros.)
Hay qué joderse, todos los clichés que tragué para que la maldita llave se mantuviese en mi estómago.
Autobús 827
Alcobendas / San Sebastián de los Reyes - Madrid
(Hoy se me acabó un bolígrafo sin estar escribiendo con él, un lapicero estropeó la cuchilla de un sacapuntas y otra etapa se esfumó. Total, que si necesitáis algún lapicero están en el cajón de los cuchillos jamoneros.)
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Dx de px biológico incierto.
Te dejas fluir como un bote de dinero fácil que sólo flota por la concentración salina del entorno en el que actúas, como si de tu programa de televisión favorito se tratara tu mente se estanca en aquel mar muerto.
Se te duerme la lengua, presionas las extremidades y la garganta, tus dedos no responden con el cosquilleo de consolación tras una ausencia local de respiración, te limitas a lo de fuera y se te pone malo lo de dentro. Todo vale contigo misma porque todo valió contigo misma.
Enfermar te parece mezquino con esta crisis, las neveras se pudren de vacío desde que vi como crecían hongos en un bote de mermelada.
Pronóstico: deja ver tus puntos de sutura absorbibles e intenta no volver a meter la pata en la llaga.
sábado, 9 de noviembre de 2013
Catacrocker.
El estado de ánimo de alguien que lleva pantalones pesqueros sin río ni mar. Que tobillea firme látigo, hueso cartílago, que busca palabras falsas en la RAE. 'Extrambólico' -siempre extra de más- sábado con escamas córneas de domingo. Dosmiltrece, me debes un viernes con sabor a sábado, desgraciado.
Catacrocker.
Catacrocker.
lunes, 7 de octubre de 2013
ADÁN
se pone las costillas de sonrisa hambrienta,
traga los nervios buscando desnudar el estómago que tiene por nudo.
La garganta resulta el mejor colador cuando tragar te llena
y te desarma si bien no esperas que se atresie tu corazón
y te desarma si bien no esperas que se atresie tu corazón
cuando el tiroides toma más decisiones que tu cerebro.
El timo llega al acosarte con delirante barro
El timo llega al acosarte con delirante barro
mientras piensas en
EVA
EVA
A veces soy tan hermafrodita que no me sale mirarme el ombligo.
Eso y que estudiar la anatomía e histología del tiroides no me ayuda una mierda,
el sistema endocrino me sigue pareciendo un -timo.
Eso y que estudiar la anatomía e histología del tiroides no me ayuda una mierda,
el sistema endocrino me sigue pareciendo un -timo.
domingo, 1 de septiembre de 2013
El verbo jugar nos corresponde.
El verbo jugar nos corresponde, nos echa las culpas. (Aunque no nos pertenezca una mierda)
Recuerdo, rompimos nuestras huchas.
Recuerdo que martilleó la confianza, de hecho lo sigue haciendo, pero aquel fue sin embargo un golpe seco suficientemente fuerte como para resquebrajar la porcelana de nuestro futuro. Nosotros lo guardábamos depositado en un cerdito. Un golpe seco y silencioso como un terremoto que se siente a gritos y se llora a voces fue.
Recuerdo como se desperdigaron monedas de céntimo para que reuniéramos la cantidad suficiente, la cantidad deseada para comprar un balón.
Aquella era una pelota capaz de resultar pesada a un adulto y ligera a un niño.
Recuerdo. Jugábamos de noche en parques vacíos, la pelota resbalaba mucho más en césped recién cortado y regado, podíamos darnos la mano y sostener al mismo tiempo la esfera al pasear en asfaltos calientes, y durante el día aguardábamos como el pequeño que disfruta más leyendo bajo las sábanas de su cuarto con una pequeña linterna que a plena luz del día.
Una noche se me coló la pelota en tu tejado, te pedí que buscaras las llaves, te pedí que subieras y afrontaras que era tu turno. Que recuperases el balón aunque jugásemos a otra cosa.
Te lo pedí y ahora me cuesta coger el aire como en el mejor momento del juego, mientras el balón sigue en tu azotea y a mí se me subieron las almas gemelas desde tus pantorrillas a mi garganta.
Recuerdo como escribía en presente, y ese es otro de los calambres.
Recuerdo, rompimos nuestras huchas.
Recuerdo que martilleó la confianza, de hecho lo sigue haciendo, pero aquel fue sin embargo un golpe seco suficientemente fuerte como para resquebrajar la porcelana de nuestro futuro. Nosotros lo guardábamos depositado en un cerdito. Un golpe seco y silencioso como un terremoto que se siente a gritos y se llora a voces fue.
Recuerdo como se desperdigaron monedas de céntimo para que reuniéramos la cantidad suficiente, la cantidad deseada para comprar un balón.
Aquella era una pelota capaz de resultar pesada a un adulto y ligera a un niño.
Recuerdo. Jugábamos de noche en parques vacíos, la pelota resbalaba mucho más en césped recién cortado y regado, podíamos darnos la mano y sostener al mismo tiempo la esfera al pasear en asfaltos calientes, y durante el día aguardábamos como el pequeño que disfruta más leyendo bajo las sábanas de su cuarto con una pequeña linterna que a plena luz del día.
Una noche se me coló la pelota en tu tejado, te pedí que buscaras las llaves, te pedí que subieras y afrontaras que era tu turno. Que recuperases el balón aunque jugásemos a otra cosa.
Te lo pedí y ahora me cuesta coger el aire como en el mejor momento del juego, mientras el balón sigue en tu azotea y a mí se me subieron las almas gemelas desde tus pantorrillas a mi garganta.
Recuerdo como escribía en presente, y ese es otro de los calambres.
lunes, 22 de julio de 2013
En un mundo mejor: LAS NOCHES DE JULIO SERÍAN INVIERNO.
En un mundo mejor los cristales de los bares serían opacos. Los charcos, impermeables. Los oídos sordos a silencios vacíos de promesas. Las cosquillas prohibidas a individuos sin cosquillas. Las lágrimas sólo brotarían follando, de flor en flor, de tallo en tallo, ningún capullo retiraría esas gotas de las mejillas porque eso sería hacer, de a pocos, el amor. Los helados matarían el frío. Las caricias matarían el calor. Los subsuelos estarían de la azotea y todo el mundo tendería hacia arriba tirados en el suelo cogidos con pinzas de vigilia. Los ascensores serían individuales. Yo escribiría sobre política y, a ti, te molestaría escuchar palabras de amor saliendo de su boca. Su entregada boca.
REPITO, las noches de julio serían invierno, odio el tiempo que hace desde el día que dejo de pasar éste. De hecho, odio el tiempo que me haces.
jueves, 18 de julio de 2013
'Está locamente enamorada de mí y, por eso, ya no entiende nada de nada. Ésta es la razón por la que está enamorada de mí.' Groucho Marx
<< 'Ya ves, continuamos viviendo, cada uno a su manera, incluso ahora', pensé. Por profunda y fatal que sea la pérdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y sólo conservemos, de lo que antes éramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio. Podemos alargar la mano e ir tirando del hilo de los días que nos han destinado, ir dejándolos luego atrás. En forma de trabajo rutinario, el trabajo de todos los días .., haciendo, según cómo, una buena actuación. Al pensarlo me sentí terriblemente vacío. >>
Sputnik, mi amor: Haruki Murakami
(Hoy he terminado -este libro,
también hoy me han despedido,
aun no me he preguntado: ¿ahora qué?,
pero me he cuestionado la diferencia existente entre símbolo y signo.
Y lo mismo es eso de hablar de experiencia con nombre de casualidad.)
Sputnik, mi amor: Haruki Murakami
(Hoy he terminado -este libro,
también hoy me han despedido,
aun no me he preguntado: ¿ahora qué?,
pero me he cuestionado la diferencia existente entre símbolo y signo.
Y lo mismo es eso de hablar de experiencia con nombre de casualidad.)
jueves, 4 de julio de 2013
¿Dónde están las máscaras?
Las bambalinas están en nuestra cabeza, amontonamos rostros que disimular, robos que castigar subiendo y bajando telones.
Cuándo repartieron los papeles para este teatro que interpretamos día a día: El sarcasmo y La ironía.
Me sigue dando pavor ser protagonista.
No estoy dispuesta, ni mucho menos preparada para actuar, para permitir que el público se deje llevar.
La calle donde vivo es un finito escenario con adoquines.
El mejor espectador es el corazón, juro que aplaude ferozmente cada vez que nos cruzamos en escena.
Creo que sigue asustándote, que te avisa de que el ruido va más allá del silencio.
Resulta tragicómico que nuestra buena educación se vuelva aliada de los espectadores.
Supongo que tú hace tiempo que entendiste que eras actor y espectador mientras yo analizaba el realismo del atrezo.
Soy incapaz de vivir en la verdad. Soy incapaz de disimular, agote toda mi capacidad. Perdimos los papeles, el guión, las formas, saltamos sobre el paisaje, follamos sobre el paisaje, aprendimos a modelar besos de corchopan y desmenuzamos cada día más el cartón piedra, pintamos noches bajando las persianas, inventamos días por el simple hecho de que las horas pasaban
- y no me lo puedo negar.
El tiempo a solas está sobrevalorado, nadie puede dejar de actuar ni consigo mismo.
Nos obcecamos en vernos desnudos por eso del miedo escénico sin caer en la cuenta de que hay aún más miedo sobrepasados los telones de sábanas.
Que se acabe el puto acto, porque yo me siento incapaz de pasar página.
'Todos necesitamos que alguien nos mire' y mi corazón aplaude contra mi pecho hasta que escuece cuando estás cerca: actorazo.
Cuándo repartieron los papeles para este teatro que interpretamos día a día: El sarcasmo y La ironía.
Me sigue dando pavor ser protagonista.
No estoy dispuesta, ni mucho menos preparada para actuar, para permitir que el público se deje llevar.
La calle donde vivo es un finito escenario con adoquines.
El mejor espectador es el corazón, juro que aplaude ferozmente cada vez que nos cruzamos en escena.
Creo que sigue asustándote, que te avisa de que el ruido va más allá del silencio.
Resulta tragicómico que nuestra buena educación se vuelva aliada de los espectadores.
Supongo que tú hace tiempo que entendiste que eras actor y espectador mientras yo analizaba el realismo del atrezo.
Soy incapaz de vivir en la verdad. Soy incapaz de disimular, agote toda mi capacidad. Perdimos los papeles, el guión, las formas, saltamos sobre el paisaje, follamos sobre el paisaje, aprendimos a modelar besos de corchopan y desmenuzamos cada día más el cartón piedra, pintamos noches bajando las persianas, inventamos días por el simple hecho de que las horas pasaban
- y no me lo puedo negar.
El tiempo a solas está sobrevalorado, nadie puede dejar de actuar ni consigo mismo.
Nos obcecamos en vernos desnudos por eso del miedo escénico sin caer en la cuenta de que hay aún más miedo sobrepasados los telones de sábanas.
Que se acabe el puto acto, porque yo me siento incapaz de pasar página.
'Todos necesitamos que alguien nos mire' y mi corazón aplaude contra mi pecho hasta que escuece cuando estás cerca: actorazo.
martes, 18 de junio de 2013
para él____ ello____ y el yo.
FUERZA: en la cama de uno de los muchos hoteles en los que hacían el amor, Sabina jugaba con los brazos de Franz:
— Es increíble —dijo— que tengas esos músculos.
Franz se alegró por el elogio. Se levantó de la cama, cogió una pesada silla de roble por la parte de abajo de la pata, junto al suelo, y la levantó lentamente.— No tienes que tener miedo de nada —dijo—, yo podría defenderte en cualquier situación.
—Es agradable ver lo fuerte que eres.
Pero para sus adentros añadió lo siguiente: Franz es fuerte, pero su fuerza se dirige sólo hacia fuera. Con respecto a las personas con las que vive, a las que quiere, es débil. La debilidad de Franz se llama bondad. Franz nunca podría darle órdenes a Sabina. No le mandaría, como en tiempos hizo Tomás, que coloque un espejo en el suelo y ande encima de él desnuda. No es que le falte sensualidad, pero le falta fuerza para mandar. Hay cosas que sólo pueden hacerse con violencia. El amor físico es impensable sin violencia.
Sabina miraba a Franz que caminaba por la habitación con la silla levantada, aquello le parecía grotesco y la llenaba de una extraña tristeza.
— ¿Y por qué no utilizas nunca tu fuerza contra mí?
— Porque amar significa renunciar a la fuerza —dijo Franz con suavidad.
Sabina se dio cuenta de dos cosas: en primer lugar, de que aquella frase era hermosa y cierta. En segundo lugar, de que, al pronunciarla, Franz quedaba descalificado para su vida erótica.
______________________________________
VIVIR EN LA VERDAD: ésta es una fórmula que utiliza Kafka en su diario o en alguna carta. (...)
¿Qué es eso de vivir en la verdad? La definición negativa es sencilla, significa no mentir, no ocultarse, no mantener nada en secreto. Desde que conoció a Sabina, Franz vive en la mentira. Le divierte mentir y esconderse, precisamente porque no lo ha hecho nunca.
Para Sabina, vivir en la verdad, no mentirse a uno mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en lo público, eso es vivir en la mentira. Sabina desprecia la literatura en la que los autores delatan todas sus intimidades y las de sus amigos. La persona que pierde su intimidad, lo pierde todo, piensa Sabina.Y la persona que se priva de ella es voluntariamente un monstruo. Por eso Sabina no sufre por tener que ocultar su amor.
El amor, cuando se hace público, aumenta de peso, se convierte en una carga. Sabina ya se encorvaba por anticipado al imaginarse ese peso.
Franz la miró largamente y luego dijo:
-Hace ya nueve meses que tengo una amante. Por eso viajo tanto. He pensado que debías saberlo.
Después de pronunciar la primeras palabras se asustó, el coraje que tenía al comienzo lo abandonó. Apartó la vista para no ver en la cara de Marie-Claude la desesperación que suponía que le iban a causar sus palabras.
Tras una pequeña pausa se oyó:
-Si, yo también opino que debía saberlo.
(...)
______________________________________
¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía. (...)
Tomás siempre ha pretendido convencerla de que el amor y la sexualidad son dos cosas distintas. Nunca quiso entenderlo. Ahora está rodeada de hombres por los que no siente la menor simpatía. ¿Qué pasaría si hiciese el amor con ellos? Tiene ganas de hacer la prueba, al menos en esa forma de promesa sin garantías a la que se llama coquetería.
Para que no haya confusiones: No pretende tomarse la revancha. Lo que quiere es encontrar una salida al laberinto. Sabe que se ha convertido en una carga para él: se toma las cosas demasiado en serio, por cualquier cosa hace una tragedia, no es capaz de comprender la levedad y la divertida intrascendencia del amor físico. ¡Quisiera aprender a ser leve! ¡Desea que alguien le enseñe a dejar de ser anacrónica!
Promete con demasiado fervor, sin dejar suficientemente clara la falta de garantías de la promesa. En otras palabras, le parece a todo el mundo excepcionalmente accesible.
— Es increíble —dijo— que tengas esos músculos.
Franz se alegró por el elogio. Se levantó de la cama, cogió una pesada silla de roble por la parte de abajo de la pata, junto al suelo, y la levantó lentamente.— No tienes que tener miedo de nada —dijo—, yo podría defenderte en cualquier situación.
—Es agradable ver lo fuerte que eres.
Pero para sus adentros añadió lo siguiente: Franz es fuerte, pero su fuerza se dirige sólo hacia fuera. Con respecto a las personas con las que vive, a las que quiere, es débil. La debilidad de Franz se llama bondad. Franz nunca podría darle órdenes a Sabina. No le mandaría, como en tiempos hizo Tomás, que coloque un espejo en el suelo y ande encima de él desnuda. No es que le falte sensualidad, pero le falta fuerza para mandar. Hay cosas que sólo pueden hacerse con violencia. El amor físico es impensable sin violencia.
Sabina miraba a Franz que caminaba por la habitación con la silla levantada, aquello le parecía grotesco y la llenaba de una extraña tristeza.
— ¿Y por qué no utilizas nunca tu fuerza contra mí?
— Porque amar significa renunciar a la fuerza —dijo Franz con suavidad.
Sabina se dio cuenta de dos cosas: en primer lugar, de que aquella frase era hermosa y cierta. En segundo lugar, de que, al pronunciarla, Franz quedaba descalificado para su vida erótica.
______________________________________
VIVIR EN LA VERDAD: ésta es una fórmula que utiliza Kafka en su diario o en alguna carta. (...)
¿Qué es eso de vivir en la verdad? La definición negativa es sencilla, significa no mentir, no ocultarse, no mantener nada en secreto. Desde que conoció a Sabina, Franz vive en la mentira. Le divierte mentir y esconderse, precisamente porque no lo ha hecho nunca.
Para Sabina, vivir en la verdad, no mentirse a uno mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en lo público, eso es vivir en la mentira. Sabina desprecia la literatura en la que los autores delatan todas sus intimidades y las de sus amigos. La persona que pierde su intimidad, lo pierde todo, piensa Sabina.Y la persona que se priva de ella es voluntariamente un monstruo. Por eso Sabina no sufre por tener que ocultar su amor.
El amor, cuando se hace público, aumenta de peso, se convierte en una carga. Sabina ya se encorvaba por anticipado al imaginarse ese peso.
Franz la miró largamente y luego dijo:
-Hace ya nueve meses que tengo una amante. Por eso viajo tanto. He pensado que debías saberlo.
Después de pronunciar la primeras palabras se asustó, el coraje que tenía al comienzo lo abandonó. Apartó la vista para no ver en la cara de Marie-Claude la desesperación que suponía que le iban a causar sus palabras.
Tras una pequeña pausa se oyó:
-Si, yo también opino que debía saberlo.
(...)
______________________________________
¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía. (...)
Tomás siempre ha pretendido convencerla de que el amor y la sexualidad son dos cosas distintas. Nunca quiso entenderlo. Ahora está rodeada de hombres por los que no siente la menor simpatía. ¿Qué pasaría si hiciese el amor con ellos? Tiene ganas de hacer la prueba, al menos en esa forma de promesa sin garantías a la que se llama coquetería.
Para que no haya confusiones: No pretende tomarse la revancha. Lo que quiere es encontrar una salida al laberinto. Sabe que se ha convertido en una carga para él: se toma las cosas demasiado en serio, por cualquier cosa hace una tragedia, no es capaz de comprender la levedad y la divertida intrascendencia del amor físico. ¡Quisiera aprender a ser leve! ¡Desea que alguien le enseñe a dejar de ser anacrónica!
Promete con demasiado fervor, sin dejar suficientemente clara la falta de garantías de la promesa. En otras palabras, le parece a todo el mundo excepcionalmente accesible.
(La insoportable levedad del ser dobla páginas con valor para él, ello y el yo: Que aproveche.
Sueño el peso de las nubes.)
Sueño el peso de las nubes.)
domingo, 19 de mayo de 2013
La vida nos da palos a los que parecemos estar ciegos.
Para que demos palos de ciego con los dedos,
y descubramos que a los palos que nos da la vida les sales flores.
Es domingo y leí que la mejor forma de brillar era arder,
aunque esperare a que finalice la primavera y marchite las flores que ni parpadeas.
Marchitar (De Marchito) // 1. vb Arder con las ganas a medias. SIN: Esperar
sábado, 27 de abril de 2013
Ésto no soluciona nada.
Su cabeza sostiene unos labios femeninos, una pequeña nariz redonda y vello facial, del que acariciar con los mofletes y las papilas. Acoge pequeños poros asfixiados que tumban cráneos ajenos contra el mármol de su pecho.
Sólo se afeita cuando echa de menos los hoyuelos y siempre, durante esas primeras horas de afeitado, se obliga a sufrir pequeños terremotos en cada una de las grietas de los labios hipertrofiando los músculos de sus mejillas al provocar la sonrisa. Una repetición tras otra. (Hace semanas que esta risa me parece excesivamente forzada)
No sé cuánto pero sé que le pesa cada mota de polvo en el rostro.
No sé dónde pero intuyo la situación vascular más prominente.
Lo que sí sé son sus ojos globo terráqueo donde los meridianos consiguen fugarse, sé que mojé los pies allí, en sus pupilas, quemándome en una y helándome en otra y sé que sólo él puede salir de su oscuro círculo de las Bermudas.
Porque, de verás, él tiene unos ojos azul tierra con los que siempre ver el vaso lleno de sangre y la tensión por las nubes.
Lo sé y eso que hace semanas que no le miro a la cara.
Que me perdone porque también sé que ésto no soluciona nada, pero me encantaría que supiera que yo a una pupila desierta me llevaría la cara oculta del globo terráqueo.
Me pone triste esta paciencia que nos tenemos, a veces pienso que yo ya no quiero tener nada suyo y entonces vuelvo a tirarle un puñado de comida que alimenta el ego que olvidó dentro de mí.
Definitivamente quiero perder la esperanza para tener otra cosa sobre la que escribir.
Sólo se afeita cuando echa de menos los hoyuelos y siempre, durante esas primeras horas de afeitado, se obliga a sufrir pequeños terremotos en cada una de las grietas de los labios hipertrofiando los músculos de sus mejillas al provocar la sonrisa. Una repetición tras otra. (Hace semanas que esta risa me parece excesivamente forzada)
No sé cuánto pero sé que le pesa cada mota de polvo en el rostro.
No sé dónde pero intuyo la situación vascular más prominente.
Lo que sí sé son sus ojos globo terráqueo donde los meridianos consiguen fugarse, sé que mojé los pies allí, en sus pupilas, quemándome en una y helándome en otra y sé que sólo él puede salir de su oscuro círculo de las Bermudas.
Porque, de verás, él tiene unos ojos azul tierra con los que siempre ver el vaso lleno de sangre y la tensión por las nubes.
Lo sé y eso que hace semanas que no le miro a la cara.
Que me perdone porque también sé que ésto no soluciona nada, pero me encantaría que supiera que yo a una pupila desierta me llevaría la cara oculta del globo terráqueo.
Me pone triste esta paciencia que nos tenemos, a veces pienso que yo ya no quiero tener nada suyo y entonces vuelvo a tirarle un puñado de comida que alimenta el ego que olvidó dentro de mí.
Definitivamente quiero perder la esperanza para tener otra cosa sobre la que escribir.
miércoles, 17 de abril de 2013
12:34 AM
a. El abecedario que le canto a las ovejas cuando no puedo dormir
b. les ruega que se queden.
c. Sólo cuento las cuatro primeras letras
d. y no me demoro en situarme frente la valla
e. sin saber si impido que salten,
f. si enfrento su vuelo
g. o simplemente provoco que aprieten un poco más el trasero.
h. Es la octava oveja la que se tropieza contra la valla cuando llega la hache,
i. el próximo gemido
j. - serán ya-
k. un hacino de entrañas
l. que acomoda mi cabeza cuando llega la ele.
m. Los animales continúan goteando de forma pesada
n. (como si hubiera otra forma de gotear)
ñ. y me arropa antes de acabar la nana
o. que no es capaz de superar la letra pe
p. porque las casualidades existen hasta en los mundos donde reina la obsesión.
Todas ellas balan recubiertas de la roja lana que les aportó el disparatado tropezón, y aún así, apuran el tic-tac de mi reloj en cada respiración.
Estoy harta de los números, me paso al abecedario.
b. les ruega que se queden.
c. Sólo cuento las cuatro primeras letras
d. y no me demoro en situarme frente la valla
e. sin saber si impido que salten,
f. si enfrento su vuelo
g. o simplemente provoco que aprieten un poco más el trasero.
h. Es la octava oveja la que se tropieza contra la valla cuando llega la hache,
i. el próximo gemido
j. - serán ya-
k. un hacino de entrañas
l. que acomoda mi cabeza cuando llega la ele.
m. Los animales continúan goteando de forma pesada
n. (como si hubiera otra forma de gotear)
ñ. y me arropa antes de acabar la nana
o. que no es capaz de superar la letra pe
p. porque las casualidades existen hasta en los mundos donde reina la obsesión.
Todas ellas balan recubiertas de la roja lana que les aportó el disparatado tropezón, y aún así, apuran el tic-tac de mi reloj en cada respiración.
Estoy harta de los números, me paso al abecedario.
viernes, 5 de abril de 2013
Paradoja cinética.
Me vuelvo a sentir vacía de determinación (ésta) y rodeada de cobardes que se vuelven valientes por dejarme marchar.
Ajeno a mí no es que se argumente la incoherencia de una forma razonable.
No es distante que alguien cuestione mi propio miedo a mi persona y días después afirme estar asustado.
Romper el silencio es de chicas fuertes y
- siempre pensé que romper el nuestro era dejar de mirarnos
aunque entonces me sintiera una heroína cantando que me duele la voz sin despegar las comisuras de los labios.
Debimos estar al caer y sacaste fuerzas para no saltar.
Estúpido fue pensar que la deshidratación no era una posible muerte al mirar ojos potables,
confiar en las pestañas que precipitan y finalmente ahogarse al emanar todo. Todo.
Hay espacio de sobra para que nos falte el aire.
No se puede dar la mano a alguien con el puño libre mientras aferra fuertemente una extremidad ausente.
El mejor antifaz es la sonrisa.
La inocencia no se pierde llorando.
La soledad sabe a hierro hemático.
No te marcharás a la cama sin saborear algo nuevo.
Le hice prometer que se quedaría lo que dure. Él- mármol.
Estoy tan triste que no deseo escribir a nadie.
Quiero un nadie, quiero una paradoja final de la que carcajearme hasta que el mareo y la marea se divorcien.
Ajeno a mí no es que se argumente la incoherencia de una forma razonable.
No es distante que alguien cuestione mi propio miedo a mi persona y días después afirme estar asustado.
Romper el silencio es de chicas fuertes y
- siempre pensé que romper el nuestro era dejar de mirarnos
aunque entonces me sintiera una heroína cantando que me duele la voz sin despegar las comisuras de los labios.
Debimos estar al caer y sacaste fuerzas para no saltar.
Estúpido fue pensar que la deshidratación no era una posible muerte al mirar ojos potables,
confiar en las pestañas que precipitan y finalmente ahogarse al emanar todo. Todo.
Hay espacio de sobra para que nos falte el aire.
No se puede dar la mano a alguien con el puño libre mientras aferra fuertemente una extremidad ausente.
El mejor antifaz es la sonrisa.
La inocencia no se pierde llorando.
La soledad sabe a hierro hemático.
No te marcharás a la cama sin saborear algo nuevo.
Además.
Las lágrimas brillan y esa es la peor de las paradojas.Le hice prometer que se quedaría lo que dure. Él- mármol.
Estoy tan triste que no deseo escribir a nadie.
Quiero un nadie, quiero una paradoja final de la que carcajearme hasta que el mareo y la marea se divorcien.
Adivina las heridas. |
miércoles, 13 de marzo de 2013
Tengo una corazonada entre retina y espalda.
Según la ley de la refracción los rayos de luz que salen de dos organismos descorazonados cambian de dirección al atravesar la superficie de separación de dos medios de distinta naturaleza debido a la diferente velocidad de propagación de la luz en cada medio, esto es, la transparencia que muestren ambas corazas y lo negativamente positivo de ésto. Si los rayos penetran perpendicularmente a la superficie no cambian de dirección sino sólo de velocidad, el vello se eriza y funde el material volviéndose éste de un espesor despreciable.
Ahora bien, en el caso de estar expuestos estos rayos a atravesar un prisma con cada una de las caras de la mentira a la que los pasados someten se desvían siempre apartándose de la arista superior, separando y dispersando lo iluminado. Pero si disponemos una serie de prismas de tal modo que hacia el centro sus caras laterales vayan siendo cada vez menos convergentes entre sí sincerando las caras ocultas; los rayos que atraviesan los prismas exteriores serán desviados fuertemente hacia el eje del conjunto y se harán uno, en cambio los que pasen por la pieza central (respectivos a pasados y existencia banal) no experimentarán ninguna desviación. Así la mentira y la verdad se reunirán en el punto F, el nosotros mismos (ahora sí que sí - nosotros mismos -).
Tengo la impresión de estar estudiando lentes ópticas de mi propio organismo, siento un desenfoque selectivo de lo pasado y ya no me sé cámara u objeto.
Más comparaciones serían estúpidas.
(Apuntes ridiculizados de mis insípidas clases de fotografía con el fin de la realización de capturas macroscópicas y microscópicas de tejidos histológicos y citologías.)
jueves, 28 de febrero de 2013
Secuela número 1.
Y que los personajes se limitaran a saberlo mucho antes de que ésta hiciese que creciesen sus dedos potencialmente como si de un niño frente a un puñado de caramelos se tratara.
Precipitadamente antes de que la lluvia les acariciase el cuello de la nariz contra el pelo ajeno.
Incluso antes de que la línea de la vida pasase a formar parte de alguna correa que se niega a ahorcar los finales estáticos.
(Finales con movimiento también son finales)
Como iba diciendo: la moraleja no les inventó pero les predispuso frente a frente,cara a cara, cara a cuello, mano a-brazo, y dejó que se hundieran en la puta fábula.
La moraleja, la lenta moraleja que aún mantiene lo nublado en el -nudo- más escurridizo que cualquiera de sus mamadas.
Llueve.
Adelante, fabulad.
Fábula: (Del lat. fabulāre) SIN: se-cuela, abrazo / ANT: frío
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